“El Conventillo De La Paloma”
de
Alberto Vaccarezza
Los alumnos de 4º, 5º y 6º grado fueron al Teatro Colonial para ver la adaptación de esta obra clásica que muestra una parte de nuestro pasado reciente.
La historia del pintoresco Conventillo de Villa Crespo en
donde se dan cita los personajes típicos y característicos de la
oleada inmigratoria de principios delsiglo pasado, que fueron
poblando los barrios
porteños sumándose a los personajes netamente locales, para dar
lugar a un paisaje por demás atractivo, pintado con singular maestría
por uno de los autores más significativos del género.
Así conviven y se entremezclan, un italiano encargado del
Patio del Conventillo, gallegos, turcos, una percanta, malevos,
curiosos y entrometidos y por encima de todos la humanidad, la emoción,
la alegría y el sabor de Buenos Aires guardado en un rincón del
corazón.
Un poco de historia...
La historia del Teatro Colonial tiene sus comienzos en la época del Virreinato,
específicamente en 1817.
Este lote perteneció a Don Vicente de Azcuénaga. En este solar, situado sobre la barranca del río, a la altura de la actual Av. Belgrano, en donde estaba su entrada principal, se encontraba su vivienda, llamada del Real Asiento, una de las más importantes de la época, ya que contaba con un aljibe, un lujo de esos tiempos, y valuada en 3000 pesos. Construida en el siglo XVIII, en estilo barroco, no dejó de admirar a aquellos que la conocieron.
En el año 1817, Essex de Vidal, llegó a Buenos Aires, inspirado por la belleza de la misma , pintó todos los recodos de la ciudad, incluida esta vieja vivienda, aunque a su arribo, ya era la Aduana y ostentaba el escudo nacional, la que funcionó allí hasta 1854, año en que Buenos Aires se separa del resto de la Confederación.
En este lugar, que supo albergar negros a la fuerza o por refugio y que alojó a célebres personajes de la historia, se erige el TEATRO COLONIAL DE BUENOS AIRES, desde el 3 de junio de 1946.
Este lote perteneció a Don Vicente de Azcuénaga. En este solar, situado sobre la barranca del río, a la altura de la actual Av. Belgrano, en donde estaba su entrada principal, se encontraba su vivienda, llamada del Real Asiento, una de las más importantes de la época, ya que contaba con un aljibe, un lujo de esos tiempos, y valuada en 3000 pesos. Construida en el siglo XVIII, en estilo barroco, no dejó de admirar a aquellos que la conocieron.
En el año 1817, Essex de Vidal, llegó a Buenos Aires, inspirado por la belleza de la misma , pintó todos los recodos de la ciudad, incluida esta vieja vivienda, aunque a su arribo, ya era la Aduana y ostentaba el escudo nacional, la que funcionó allí hasta 1854, año en que Buenos Aires se separa del resto de la Confederación.
En este lugar, que supo albergar negros a la fuerza o por refugio y que alojó a célebres personajes de la historia, se erige el TEATRO COLONIAL DE BUENOS AIRES, desde el 3 de junio de 1946.
El barrio de Villa Crespo y la Historia de "La Paloma"...
Imagen actual del Conventillo El Nacional o "de La Paloma" sobre la calle Serrano. |
El barrio de Villa Crespo,
gracias a la iniciativa del Intendente de su mismo nombre (Don Antonio
Crespo) que propuso la radicación de la industria del cuero al final del
siglo 19 y comienzos del 20. Hecho que significó el éxito económico de
la zona y la absorción de la gran oferta de mano de obra operaria
disponible formada por la gran inmigración internacional (que dobló a la
población autóctona), sumada a los porteños e inmigrantes del interior
del país que buscaban su insersión en la nueva clase económica en
formación. En 1886 se radica la fábrica denominada “La Nacional de
Calzados” ubicada en la calle Murillo, que aún hoy conserva su imponente
fachada. Como la cantidad de operarios de la fábrica era muy grande y
el transporte era caro para esa clase trabajadora, los dueños de la
empresa concibieron crear viviendas cercanas a la misma. A tal efecto el
gerente de “La Nacional”, Salvador Benedit, encargó la construcción de
una casa para vivienda de sus empleados y sus familias. Así nace el
Conventillo de la Paloma, que entonces se llamaba “El Nacional”. Con
ingreso por la calle Serrano al100 y también por Thames, a la misma
altura, ya que la construcción se extendía a los 100 metros de la
manzana. La construcción contaba con un patio lateral y ciento doce
habitaciones con una cocina agregada en su frente. Los cuartos estaban
ubicados a lo largo de dos pasillos angostos en la planta baja y una
planta alta a la que se accedía por escaleras. Tenía también un patio
lateral, pero las condiciones sanitarias y de hacinamiento eran graves.
Se cambia el nombre “del Nacional” por el de Conventillo de la Paloma,
porque según se cuenta en anecdotario del barrio de Villa Crespo, una
inquilina muy bella y con un vestido blanco descendía por las escaleras,
significando para aquellos operarios cansados del trabajo diario el
mejor espectáculo para su esparcimiento, llamándole la Paloma. Tal mujer
y tal vestido hicieron que el lugar se denominara El Conventillo de la
Paloma para siempre. Este personaje es el que rescata Don Alberto
Vacarezza y recrea en su gran sainete (teatro popular) estrenado en
1929. Vacarezza nace en Buenos Aires el 1º de abril de 1888 y muere en
la misma el 6 de agosto de 1959. Su obra es muy prolífica en el arte del
teatro, obras casi todas signadas por el éxito. Entre otras, el grueso
de su producción está compuesto por más de 120 sainetes, donde se
convierte en el más exitoso de este estilo, por ser el que mejor plasma
la vida en los conventillos (vivienda colectiva), donde porteños,
inmigrantes y provincianos se fusionaron y dieron como resultante el
carácter porteño, con influencia directa sobre el idioma y nuestra
música popular, el tango.
1 comentario:
Villa Crespo es el mejor!
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