20/4/16

El Riachuelo y la contaminación...

Los chicos de 2º grado están investigando sobre la Cuenca Matanza-Riachuelo

El curso de agua en cuestión, que desemboca en el Río de la Plata, tiene una longitud aproximada de 60 km que transcurren en dirección suroeste a noreste por una llanura de escasa pendiente, en la provincia de Buenos Aires. Es el desagüe de una cuenca de unos 2200 km2 ubicada entre los ríos Reconquista y Salado, en la que moran alrededor de 3,5 millones de habitantes. El tramo final del río, el que tradicionalmente recibió el nombre de Riachuelo, entre el Puente de la Noria y el Plata, forma el límite de la provincia con la Capital Federal.

El crecimiento urbano originó uno de los grandes problemas asociados con el Riachuelo: su contaminación. No es un fenómeno reciente: existe prácticamente desde la Revolución de Mayo. Es, por ello, un problema bicentenario. Nació con la aparición de actividades manufactureras en la región. En sus márgenes, en efecto, se instalaron a mediados de la década de 1810 diversos saladeros de carne vacuna que enorgullecían a los habitantes y a los dirigentes de entonces, pues sus chimeneas mostraban que la “industriosidad” local producía y podía exportar tasajo, sebo y cueros, y que obtenía excelentes rentas de ello. Pero los saladeros también vertían desechos orgánicos diversos en las aguas del río, lo mismo que múltiples compuestos inorgánicos utilizados en sus procesos.



No es difícil entender cómo, a medida que avanzó el siglo XIX, el crecimiento económico y la tendencia urbanística a concentrar buena parte de nuevas actividades industriales en las cercanías del Riachuelo no hicieron sino incrementar su deterioro ambiental. Hacia 1870, por ejemplo, se leía con frecuencia en la prensa sobre “el color sanguinolento del río, los olores fétidos, el burbujeo de sus aguas y la mortandad de peces”, evidencias de la grave corrupción de esas aguas. Los esfuerzos oficiales por controlar esta situación se sucedieron prácticamente desde sus inicios: ya se tomaron disposiciones en ese sentido en 1822. Hacia fines de la década de 1860 un decreto determinó el cierre de saladeros por razones higiénicas y en 1871, con intervención de la Legislatura, se resolvió que estos debían trasladarse a Ensenada, algo que no sucedió, entre otras razones, porque para ese momento la actividad había comenzado a decaer y pronto cesaría debido a la aparición de los frigoríficos.



En estos momentos, solo en materia de calidad de las aguas (para no hablar también de los suelos, el aire y el conjunto de los seres vivos o biota), las constataciones más recientes indican el incumplimiento de prácticamente todos los parámetros establecidos por las normas vigentes (por ejemplo, la Ley Nacional 24.051 y sus disposiciones complementarias, que regulan los residuos peligrosos). Es decir, las verificaciones técnicas constatan lo que cualquiera sospecha a simple vista: el Riachuelo tiene el nefasto honor de contarse entre las vías de agua más contaminadas del planeta

Un poco de historia....

La existencia y las características de este río explican la fundación en el siglo XVI de la ciudad de Buenos Aires, próxima a su margen norte, cerca de su desembocadura, pues esta formaba un puerto natural sobre el Río de la Plata o Mar Dulce. También explican los más antiguos trastornos sufridos por los pobladores: las inundaciones, que tanto anegaban las construcciones cercanas a dicha desembocadura, en el sitio que terminó llamándose La Boca, como terrenos situados aguas arriba, según lo recuerdan unas conocidas palabras del cancionero de la ciudad: “Pompeya y más allá la inundación”…



Fuente:Memoria Visual de Buenos Aires

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