11/7/18

4º grado

"Cuentos ridículos" de Ricardo Mariño

Si les parece ridículo un piojo viajando al espacio en una tapa de gaseosa o que a una chica, llamada Cinthia Scoch, le salgan ramas en la cabeza cuando come una mandarina, ni se imaginan a los otros personajes que protagonizan estos cuentos bien titulados "ridículos". ¿De qué otra manera se puede llamar a tanto disparate?

Hacé click aquí  y podrás leer las primeras páginas...







Cinthya Scotch y la mandarina ridícula

"Cinthia Scotch era una chica de diez años que le gustaba comer mandarinas. Un día salió a pasear a un lugar que nunca había ido. Allí encontró una planta de mandarina, arrancó una y por el camino se comió el primer gajo, pero no se dio cuenta de que era una "mandarina ridícula". Por morder el primer gajo se quedó pelada, después mordió el segundo gajo y su cabeza quedó como la copa de un árbol."

Continúa leyendo más historias       






       

5/7/18

2º grado

Reserva Ecológica Costanera Sur

      Antes, entre 1918 y 1950, en la Costanera Sur funcionó el Balneario Municipal. Allí iban los habitantes de Buenos Aires a disfrutar de un día junto al Río de la Plata.
Pero cuando el deterioro de las aguas empeoró, los porteños fueron dejando atrás este paseo.
 partir de 1978, comenzaron a volcarse escombros en la zona de la costa rioplatense, lo que provocó un gran deterioro ambiental. El gobierno local de aquel entonces quería ganarle terreno al río para luego construir allí el Centro Administrativo de la Ciudad. Este proyecto fue abandonado en 1984, dejando una gran cantidad de escombros donde antes los bañistas disfrutaban las tardes.
Fue en ese momento en el que la naturaleza comenzó a avanzar: entre aguas contaminadas y restos de cemento y ladrillos, la vegetación silvestre supo abrirse paso hasta llegar a cubrir el relleno. Las inundaciones (frecuentes en el área) y el arribo de camalotes ayudaron a que la naturaleza conformase distintos ambientes. Éstos supieron ser aprovechados por distintas organizaciones ambientalistas que, a partir de 1985, desarrollaron allí distintas actividades con fines educativos.
Estas organizaciones tendrían un rol fundamental en la conformación de la Reserva. Fueron las fundaciones Vida Silvestre Argentina, Aves Argentinas y Amigos de la Tierra las que, en 1986, propusieron a la Municipalidad de Buenos Aires la creación de la Reserva Ecológica. El 5 de junio de ese mismo año, a través de la ordenanza 41.247/88, las autoridades declararon a esta zona Parque Natural y Zona de Reserva Ecológica y, tres años más tarde, la declararon Área de Reserva Ecológica.
Pero este no fue el último reconocimiento institucional para este espacio verde. En 1994, la entonces Secretaría de Turismo de la Nación declaró “de Interés Nacional” a la Reserva y, ese mismo año, la Municipalidad de Buenos Aires la declaró “de Interés Turístico Municipal”. A los reconocimientos nacionales, se sumarían los internacionales: en el año 2005, la Convención Ramsar, dedicada a la conservación de humedales en el mundo, le daba el título de “Sitio Ramsar” y la BirdLife International, junto con Aves Argentinas, el de “Área de Importancia para la Conservación de las Aves”(AICA).
Hoy en día, desde la Reserva Ecológica Costanera Sur se trabaja para la conservación y la preservación de este espacio.
http://www.buenosaires.gob.ar/ciudadverde/espaciosverdes/reservaecologica