7/6/12



Murió Ray Bradbury


Se granjeó la fama gracias a sus fantasías de ciencia ficción como Fahrenheit 451 y Crónicas marcianas, con las que influyó a varias generaciones de lectores, pero Bradbury, quien falleció anoche en Los Angeles, firmó más de 500 títulos en su larga carrera.

Para Bradbury la ciencia ficción no era otra cosa que "el nacimiento de las ideas", un género inabarcable en sus infinitas fantasías, que se nutre del avance tecnológico y las epopeyas espaciales, pero también de la aventura interior del ser humano: "No soy solamente un escritor de ciencia ficción -afirmó el escritor en un reportaje de 1997 antes de participar de la Feria del Libro de Buenos Aires-. Si bien algunos de mis libros, como Fahrenheit, pertenecen a ese campo, en general tienen más que ver con lo fantástico".

Jorge Luis Borges -quien prologó la primera edición en castellano- dijo que al leerlo sintió la fuerza de una narración que aunque anticipaba los viajes espaciales, también recuperaba el corazón de viejas creencias. "Otros autores estampan una fecha y no les creemos porque sabemos que se trata de una convención literaria; Bradbury escribe 2004 y sentimos la gravitación, la fatiga, la vasta y vaga acumulación del pasado", escribó el autor de Ficciones en la introducción del libro, donde además se preguntaba "¿Cómo pueden tocarme estas fantasías, y de una manera tan íntima?".

"Cuando escribí Fahrenheit -contó Bradbury- la Segunda Guerra Mundial había terminado hacía pocos años y ya entonces miré a la ciencia con ojos críticos. Desde entonces mantengo esa actitud y creo que hoy debemos agudizarla: basta con ver lo que sucede en Africa o en Medio Oriente, cómo la gente se está matando y cómo la técnica interviene en ello".

Relatos, poemas, novelas, piezas de teatro y guiones de cine y televisión. Los críticos hablaban de él como un maestro de la observación detallada y un virtuoso del idioma que siempre creaba nuevas e impensables imágenes. Bradbury publicó Fahrenheit 451 en 1953, que François Truffaut adaptó al cine en 1966 con Oskar Werner y Julie Christie como protagonistas. Allí describe una sociedad donde los libros están prohibidos.

La historia no es sólo una crítica a los regímenes totalitarios, sino que cuestiona la indiferencia y la postura acrítica de la sociedad de consumo que hace posible la represión. en alguna oportunidad, Bradbury relató que la inspiración de su historia más conocida le llegó al ver a una pareja paseando: a pesar de que compartía una hermosa noche junto con su marido y su perro, la mujer seguía con sus auriculares una novela en una pequeña radio.

En 1997, en su visita a la Feria del Libro, un Bradbury de pelo blanco y anteojos relató cómo fueron sus primeras aproximaciones al género: "Cuando tenía ocho o nueve años comenzaron a aparecer las revistas de ciencia ficción en Estados Unidos. Yo quería vivir en las revistas, en sus edificios, quería ser parte de ese futuro. (...) En 1929 llegó la Gran Depresión, y comencé a coleccionar las revistas de Buck Rogers... Los chicos se reían de mí, porque yo creía en el futuro", señaló.

En aquella misma oportunidad se refirió a los inicios de su carrera, y contó que cuando intentó que le publicaran su primer libro, recibió como respuesta: "No queremos historias cortas, porque nadie las lee, queremos una novela". De allí surgió la idea de unir varios de sus relatos en Crónicas marcianas.

Aunque nunca recibió el codiciado premio Pulitzer, en 2007 el jurado le otorgó una mención especial por su "productiva e influyente carrera". Tampoco se llevó un Oscar, pero fue nominado por el guión del clásico de Melville "Moby Dick", de John Huston en 1956.





El maestro de la ciencia ficción, concebía en libros como Crónicas Marcianas y Fahrenheit 451 un futuro dominado por la tecnología. Algunas de sus ideas son una realidad.

Cuando Ray Bradbury escribía Crónicas Marcianas (1950) y Fahrenheit 451 (1953), pensaba un mundo muy distinto al de la época, en el que la tecnología avanzaba sobre los seres humanos no siempre de una manera positiva.

El escritor estadounidense, cuya muerte se conoció este martes 5 de junio, seguramente no sospechaba que muchas de sus originales ideas al escribir ciencia ficción se convertirían en una realidad cotidiana en pleno siglo XXI.

El periódico The Washington Post realizó un listado con las 10 predicciones que se cumplieron.

1. Auriculares

En Fahrenheit 451, las personas llevan unos particulares audífonos con micrófono con el que hablan unas con otras. Son como una previa a los actuales auriculares de teléfonos y la comunicación por Bluetooth.

2. Televisores con pantallas planas

En la recordada novela de Bradbury, la sociedad futurística está obsesionada con sus grandes televisores ultradelgados, al igual que los tecnófilos actuales.

3. El muro

El libro también menciona que los ciudadanos se comunican con sus amigos a través de un muro digital, la misma terminología y método que usa Facebook para su "wall".

4. Aislamiento social

La soledad derivada del prestar más atención al entorno digital más que a la propia vida es central en la obra de Bradbury. Así se refleja, por ejemplo, en el relato El peatón (1951), en el que el protagonista Leonard Mead es arrestado por salir a dar un paseo y no tener una tele.

5. Autos que se manejan solos


En El Peatón (The Pedestrian, en inglés), aparece un vehículo que se conduce -y piensa- solo y que apresa al protagonista para trasladarlo a un hospital mental. Un poco menos inteligente, pero con una esencia similar es el flamante coche de Google, que prescinde de conductor.

6. Aumento de la vigilancia electrónica

La idea se refleja en los trabajos de Bradbury, en los que se describe un circuito cerrado de cámaras en las principales ciudades del mundo. Su objetivo era denunciar la situación antes de que avanzara. Fracasó.

7. Las noticias

La crítica a la cobertura de los medios de comunicación que el estadounidense hace en Fahrenheit 451 es similar a la que se les hace hoy en día, con noticias de corto alcance y sensacionalistas.

8. Cajeros automáticos

Bradbury fue un visionario en el concepto de cajeros automáticos de los bancos al plantear algo similar en el que, más que dinero, se extraía información financiera de los usuarios las 24 horas del día.

9. Inteligencia artificial

En Crónicas Marcianas y Fantasmas de lo Nuevo (I Sing the Body Electric!, en inglés), el escritor exploró la inteligencia artificial y la robótica antes de que se hiciera extendida. Hasta contempló la posibilidad de que, algún día, las máquinas tengan sentimientos.

10. Libros electrónicos o e-books

Los libros no están prohibidos hoy en día, por suerte, aunque algo similar ocurrió para Bradbury con los nuevos lectores digitales. "Los e-books huelen a combustible quemado", sentenció una vez. Su temor era que las ediciones en papel dejaran de existir, una analogía a lo que ocurría con Fahrenheit.

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