Los chicos de todos los grados integran una comisión, como delegados de sus compañeros, en la que se reúne en biblioteca o en sala de informática, y discute sobre asuntos relativos al comedor escolar: calidad y cantidad de alimentos, servicio, comportamiento de los chicos, cumplimiento de las normas. Cada veinte dias se reúnen con Andrea Viñuelas, la vicedirectora, y entre los logros que se cuentan con esta experiencia (aparte de la mejora en la convivencia durante el almuerzo), están el cambio de comidas que no eran del agrado de los chicos, como la polenta o los ravioles con salsa rosa, por pizza o la misma pasta con salsa fileto. Los alumnos dan cuenta en las reuniones de lo sucedido en cada uno de los grados, lo observado durante los almuerzos con respecto a la conducta de los chicos, y también son voceros de los pedidos de sus compañeros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario